top of page

The Fountain: Metáfora de trascendencia existencial

  • Araceli Tario
  • 25 abr 2022
  • 2 Min. de lectura

¿Y si Adán hubiera comido del árbol de la vida y no del conocimiento? ¿Sería fortuna o condena tener la vida eterna? Éstas y muchas más preguntas surgen una vez de terminar de ver La fuente de la vida (The Fountain, 2006) de Darren Aronofsky, quien en su momento comentara fuera una de sus películas mas personales, en la cual expone sus creencias espirituales y de vida.


A través de tres realidades paralelas, tiene como núcleo central la de Tommy (emotivo y conmovedor Hugh Jackman), un neurocientífico e investigador que busca la cura de la enfermedad degenerativa y progresiva que padece su esposa Izzi (una tierna y decidida Rachel Weisz) lo que llevará a que juntos se acompañen en un viaje de confrontación existencial y espiritual.


Con una narrativa poco convencional y fragmentada, esta historia co-escrita por Aronofsky y Ari Handel, hace uso de la metáfora para expresar la incertidumbre emocional que los personajes encuentran para el proceso de aceptación a su realidad; para esto, la dirección de Aronofsky se caracteriza por el uso de primeros y primerísimos primer planos particularmente de objetos y del rostro con los cuales confronta e involucra al espectador para apreciar de la manera más pura la humanidad de los personajes y desnudarlos emocionalmente a través del detalle en las expresiones faciales que van de la ternura, al sufrimiento y hasta la vulnerabilidad, y que esto se logra gracias a la versatilidad y la dirección actoral; en el mismo sentido, para percibir el proceso de catarsis y aceptación, hace uso de planos y movimientos cenitales, representando así una fuerza superior o un nivel superior al cual esta pareja anhela alcanzar, entrelazados por transiciones que permiten apreciar el vínculo que tiene Tommy con Izzi y ésta con el árbol de la vida y Xibalba.


Los aspectos técnicos a destacar son la fotografía de Matthew Libatique, frecuente colaborador de Aronofsky, cuya visión se encuentra sincronizada haciendo uso de encuadres y perspectivas ya características de ellos para remarcar los sentimientos; así mismo, la dirección de arte, vestuario y efectos especiales que dan coherencia a este viaje etéreo de imágenes poéticas, lo que da un toque de cuento mágico/trágico a esta historia que explora el romance y la melancolía de vivir y del duelo que va de lo obscuro (el ensimismamiento y negación) hasta lo luminoso (catarsis y aceptación) de algo que es inevitable desde que se nace: la muerte. Encapsulando toda esta representación, se encuentra el sublime score de Clint Mansell (en colaboración con Mogwai y Kronos Quartet) quienes le dan voz a estas imágenes que de igual modo asciende desde un lamento (piano y cuerdas) a la lucha (guitarras eléctricas, percusiones y coro) hasta ser tranquila o pacífica en la aceptación (piano).


The Fountain es un mito contemporáneo y atemporal, para gente que gusta de películas que exploran los temas de amor, vida y muerte de manera metafórica relacionando temas filosóficos, religiosos e inclusive metafísicos para proponer una perspectiva y retratar cómo el humano aunque vulnerable, afronta estos temas de creación, destrucción y transformación para trascender.




Comentarios


Suscríbete
  • YouTube Social  Icon
  • Facebook Social Icon
  • d25ev3ss81buo9pb9lky
  • Twitter Social Icon

Redes sociales

  • YouTube
  • Facebook icono social
  • Instagram
  • X
  • TikTok

© 2017 por AraTario. Creado con Wix.com

  • Facebook - Black Circle
  • Twitter - Black Circle
  • Instagram - Black Circle
bottom of page