Tóxico: Belleza desoladora

El debut cinematográfico de la cineasta lituana Saulé Bliuvaité: Tóxico (Akiplesa, 2024) es una valiente y vanguardista representación de la juventud la cual fue acreedora al Leopardo de Oro en Locarno y ahora se puede disfrutar en cines como parte de la Muestra Internacional de Cine de la Cineteca Nacional.

Situada en Lituania, esta historia sigue a María, una joven que de muda al pueblo industrial donde vive su abuela y en el que ingresa a una agencia de modelaje donde conoce a Kristina, otra joven con quien comparte la ilusión de ser seleccionadas en el siguiente proceso de casting acompañándose en el camino por alcanzar este objetivo.

Aunque el contrastante mundo de la belleza y el horror asociado a este no es algo nuevo que se retrate, la lectura de Bliuvaite es cautivador por el realismo inhóspito y decadente de su estética sin llegar al sensacionalismo o melodrama sino a una exposición agria para comprender porqué en ocasiones para algunas personas, es mejor exponer su integridad física y emocional siendo más desolador cuando se confronta desde la perspectiva de la juventud, una etapa en la que podría verse todo como oportunidad y experiencia sin tener que cargar con la realidad apabullante e inevitable de la vida adulta.

Cinematográficamente es interesante al crear un entorno bellamente miserable, de paisajes industriales contradictorios a la belleza de estas jóvenes el cual es remarcado por la fotografía de Vytautas Katkus caracterizada por tonos fríos de colores azulados, verdes y grises mientras que la banda sonora de Gediminas Jakubka da el ambiente musical dismórfico del anhelo y el ocio.

Tóxico, es una película para público que gusta de películas confrontantes, agridulces de una narrativa más visual e implícita que explora un estado de vida y transición en la juventud en la búsqueda de identidad y un futuro por sobrevivir.

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