Nudo mixteco: Entronque emocional
- Araceli Tario
- 16 may 2022
- 2 Min. de lectura

La ópera prima de la actriz y directora Ángeles Cruz, ha interesado de manera nacional e internacional siendo premiada con diferentes galardones entre los que destaca el Premio a Mejor Guión y el Premio del Público a Largometraje Mexicano en el Festival de Morelia 2021 además de formar parte de diversos festivales y muestras como en la más reciente 71 Muestra de la Cineteca Nacional.
Esta historia se cuenta a manera de tres monólogos en el que cada uno es protagonizado por tres mujeres diferentes: María (una contenida Sonia Couoh), Chabela (una desafiante Aida López) y Toña (una afligida Myriam Bravo), cuyas vidas convergen en un poblado de Oaxaca ubicado en la mixteca alta, explorando sus pulsiones y sexualidad.
Filmada completamente en locación, específicamente en Villa Guadalupe de donde Cruz es originaria y en la que previamente ya había filmado su cortometraje Arcángel, regresa para retratar de una manera naturista la vida de las mujeres en una comunidad donde no es común la independencia emocional o sexual femenina; al mismo tiempo que confronta tradiciones y prejuicios que los diferentes géneros se enfrentan en contextos rurales y que interesantemente, no solo permite una visión femenina sino también masculina y social representada con el personaje de Esteban (un emocional Noé Hernández) y su comunidad que nos llevan a reconsiderar que las costumbres no se dan necesariamente por un patriarcado, lo cual es convincentemente interpretado mostrando la experiencia actoral de Cruz y la sinergia que logró con sus colegas cuyas lecturas se perciben homogéneas y sin esfuerzo, sintiéndose natural y espontáneo, observando que los actores no profesionales no se vean fuera de rango de los que tienen una preparación más académica.
La dirección es sobria y sencilla, con un manejo de cámara fija e íntima pero no invasiva pues es evidente lo claro que tiene Cruz al posicionar la cámara y las acciones a entrelazar la cual varía dependiendo del personaje que guía, variando las perspectivas y ángulos para enfatizar el dramatismo y peligro que percibe cada mujer, lo cual logra junto a la colaboración con su fotógrafo Carlos Correa y la edición de Miguel Salgado para permitir una vivencia más introspectiva de las vivencias que se retratan.
La música original de Rubén Luengas resalta lo folclórico con el uso de instrumentos acústicos para fundirse con la música de banda tradicional que en algún momento interviene en el largometraje y así culminar con la canción “Semilla de piedra” interpretada por Lila Downs que tan bien representa la nostalgia por una identidad a la cual estas tres mujeres están vinculadas desde su nacimiento y las confronta al regresar a su comunidad.
Nudo mixteco es una película para público que gusta de historias íntimas que exploran las pulsiones humanas con una perspectiva femenina y reflexionar cómo impacta en el desarrollo personal y de una comunidad.
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