La Caída: El abismo del silencio
¿Qué tan profundo se puede caer por guardar silencio? Cuando se trata de historias en la que la denuncia es la clave para la liberación emocional, se corre el riesgo de hacer un retrato unilateral o tendencioso; sin embargo, en esta ocasión, la actriz y productora Karla Souza, encontró inspiración en el testimonio de varias clavadistas y en especial en el de Azul Almazán para contar en La caída (2022), una historia de supervivencia a través de la narrativa introspectiva de Lucía Puenzo, haciendo un equilibrio emocional y cinematográfico.
Esta es la historia de Mariel (una entregada y convincente Karla Souza), clavadista mexicana cuya participación en los siguiente juegos olímpicos se verá en riesgo cuando no solo se ve en la necesidad de cambiar de pareja deportiva sino también a que su entrenador (un excelso Hernán Mendoza), empieza a ser blanco de acusaciones poniendo en riesgo su carrera deportiva.
Este largometraje en su aparente sencillez, contiene una profundidad tan real y dolorosa que solo a través de la mirada metafórica de Puenzo se logra percibir una liberación emocional en analogía con el deporte de clavados, ocupando una narrativa no lineal y parsimoniosa en la que a través de flashbacks oníricos va revelando el fondo de esta historia que cautiva al público no solo por eso, sino gracias a la sólida preparación física y emocional que muestran Karla Souza y Déja Ebergenyi (quien debuta interpretando una tierna Nadia) haciendo una dupla disonante al percibirse entrañable y a la vez triste de dos sobrevivientes de una violencia sistemática y las diversas consecuencias en las diferentes personalidades que cada una representa.
Otro personaje importante son las locaciones, siendo la fosa de la Alberca Olímpica Fernando Márquez de la Ciudad de Méxicola una de las principales, lo que le da mayor credibilidad a esta historia, alternando interiores y exteriores que son bellamente fotografiados por Nicolás Puenzo quien retrata a través de planos cenitales, laterales y posteriores así como primerísimos primer planos a los ojos y algunas partes del cuerpo que junto al recurso de la cámaras lenta, se puede apreciar el arte del deporte tanto fuera como dentro del agua e internar en la psique de una deportista de alto rendimiento con una lucha interna la cual es reforzada por la banda sonora a cargo de Rubio quien de manera atmosférica y más etérea, expresa esa contención emocional hasta hacer catarsis con el tema final titulado “Después de ahogarme”.
La caída es una película para público que gusta de historias de sobrevivencia emocional que no solo expresa una lucha interna sino que invita a concientizar acerca de la importancia de la salud mental y emocional en nuestras vidas.
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