El hijo: Agonía silenciosa
- Araceli Tario
- 13 feb 2023
- 2 Min. de lectura

En su segundo largometraje, Florian Zeller reafirma su interés por traer a conciencia la importancia de la salud emocional en las relaciones familiares así como lo hizo en su debut cinematográfico El padre (The Father, 2020) con el cual fue galardonado con el Oscar en el 2021 en la categoría de Mejor guión adaptado.
Esta historia se enfoca en Peter (un consternado y ansioso Hugh Jackman) a quien acude su ex-esposa (una pasiva y sobreprotectora Laura Dern) para pedirle ayuda con su hijo Nicholas (un exasperante Zen McGrath) quien recientemente ha mostrado desinterés y descuido en sus deberes académicos sin un motivo aparente por lo que Peter decide invitarlo a mudarse con su actual esposa y su hijo recién nacido.
Así como en El padre, Christopher Hampton adapta la obra de teatro de Zeller nuevamente, solo que en esta ocasión, haciéndola un poco más cinematográfica en su narrativa al incorporar diferentes locaciones y flashbacks para no hacerla tan hermética o al estilo de una puesta en escena; sin embargo, la dirección carece de fluidez emocional al hacerla demasiada estática o permanente en los momentos contemplativos perdiéndose en el ensimismamiento de un estado emocional que termina por ser redundante pues nos narra desde una perspectiva sesgada, ya que para el público, nos pone en evidencia que Nicholas se encuentra en un estado de depresión clínica severa pero cuyos padres son incapaces de comprender, dejando la irresponsabilidad parental sin posibilidades de concientizar y por lo tanto, desaprovechando la oportunidad de sensibilizar al público acerca de la salud emocional y la importancia de las figuras parentales en el desarrollo de ésta, quedándose como un lamento condenada a una tragedia inevitable.
Aunque la visión de Zeller pareciera dirigirse solo a un estrato social particular que nos hace recordar los trabajos de cineastas como Michel Franco (Después de Lucía, Las hijas de abril) e inclusive Michael Haneke (Happy End, Amour) o Lorenzo Vigas (La caja, Desde allá) es sincera su preocupación por mostrar la complejidad de la relación entre padre-hijo a un estilo más contemporáneo y a escala más cotidiana evidenciando que las dificultades se dan en cualquier nivel socio-económico y por diversas razones o inclusive, sin una aparente. Los aspectos a destacar sin duda son las actuaciones, particularmente de Hugh Jackman y Zen McGrath quienes nos transmiten el esfuerzo por comprenderse emocionalmente y su agonía por no lograrlo lo cual se enfatiza con la banda sonora de Hans Zimmer quien con pocas melodías transmite la melancolía que permea esta historia, haciendo una atmósfera para inclusive los momentos silenciosos.
El hijo es una película para público que gusta de ver retratados temas de salud emocional narradas de una manera contemplativa e introspectiva para hacer conciencia de la importancia de las relaciones parentales en el desarrollo emocional y como esto influye en la manera de conectar con el mundo.
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