C´mon C’mon: Por una maternidad/paternidad responsable
- Araceli Tario
- 29 abr 2022
- 2 Min. de lectura

¿Alguna vez has pensado en el futuro? Esta es una de las preguntas recurrentes que formula Mike Mills en C’mon, C’mon: Siempre adelante (2021) quien escribe y dirige su cuarto largometraje para contar a manera de “fábula” y documental (como el mismo se refiere de su película) para hacer un llamado a concientizar del mundo que se le esta dejando a futuras generaciones.
Esta es la historia de Johnny (un poco destacado Joaquin Phoenix) quien trabaja como reportero de radio a quien, por circunstancias familiares, se le deja el cuidado de su sobrino (un espontáneo Woody Norman), lo que los llevará a tener un transformador encuentro emocional.
Aunque la historia tiene motivos honestos con respecto a la inquietud y descubrimiento que conlleva el ser padre y/o madre al tener un hijo y éste a la vez funcione como reflejo y re-constructor de la infancia del adulto, tristemente termina siendo un tibio llamado a la reflexión, pues solo se enfoca en retratar la “belleza” de la ingenuidad y espontaneidad que se tiene en el desarrollo (infancia y/o adolescencia), dejando de lado el tema más importante acerca del cuidado parental contradiciéndose con las citas literarias y los testimonios de los niños y adolescentes entrevistados que evidencian que el pensamiento reflexivo se da y mantiene gracias a una paternidad y/o maternidad responsable, que en ocasiones se llega a descuidar o no se asume como se retrata con los padres de Jesse, y que contradictoriamente (y tristemente) en esta ficción, no hay una modificación al respecto, dejándolo solo en una superficial anécdota con un filtro muy estético en blanco y negro.
El guión se caracteriza por tener una narrativa lineal y diálogos naturales; en el mismo sentido, la dirección que además de sencilla junto con la fotografía a cargo de Robbie Ryan, gusta del uso de primeros planos para enfatizar la cercanía que se va desarrollando en la relación tío-sobrino permitiendo enfocarse en las actuaciones que, aunque no son extraordinarias en si mismas, la dinámica entre ellos si, lo que permite sea tolerable el largometraje aún y se extienda más del tiempo necesario; así mismo, es muy interesante el gusto por retratar las diferentes ciudades que de cierto modo representan a Estados Unidos y mostrar la “belleza” de estos paisajes urbanos y la diversidad que comprenden, lo cual se puede apreciar con los planos alejados en conjunto con el diseño sonoro que es fundamental para la conexión que tiene Johnny con su entorno que a la vez es el medio de comunicación con su sobrino quien del mismo modo encuentra en este aspecto, el medio para conectar con sus emociones.
C’mon C’mon es una película para público que gusta de historias que a manera de anécdota retratan un momento de la vida y conexión interpersonal aunque solo sea de manera superficial y romantizada.
Boletómetro: ½ Boletito
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