Air, la historia detras del logo
por Luis Toriz
Hay muchos casos en los que los actores pasan de actuar en una película a la dirección, pero más pocos que ganen un Óscar por eso. Ben Affleck es uno de esos actores que dan más como realizadores que como histriones. No quiero decir que no sea talentoso interpretando personajes, me refiero a que es un mejor director que actor, en el mejor sentido de ambos conceptos y quehaceres cinematográficos.
Ben siempre nos ha sorprendido. Desde Gone baby gone (2007) nos sorprendió con una opera prima que resultó en un buen drama combinado con thriller bien ejecutado además de contar con un reparto envidiable: Morgan Freeman y Casey Affleck. En lo particular a mí siempre me ha gustado el trabajo del director en ambas facetas, actor y realizador; no obstante pienso que se desarrolla más en la función de director.
Ahora con Air: la historia detrás del logo, retoma una anécdota conocida desde la superficialidad. Sabíamos que había una historia detrás que había llevado a la creación de una de las sub marcas más importantes de los años ochenta, noventa y hasta la fecha. Desconocíamos los detalles de las negociaciones y la posibilidad de que este guion fuera totalmente diferente; me refiero a que hubo la posibilidad que Michael Jordan firmara con alguna otra de sus marcas favoritas. Es por este terreno donde Air y Ben Affleck visitan la anécdota.
Lo anterior es interesante porque, cualquiera que no esté interesado o relacionado con el tema del deporte o la marca de tenis puede sentirse aburrido o desinteresado. Aún así la película logra una articulación narrativa tan efectiva e interesante que atrapa a cualquier espectador que le mire. Logra hacer de esta historia algo que te llame la atención, incluso conociendo el resultado final. Gracias a las actuaciones de Matt Damon, Jason Bateman y Ben Affleck esto nunca se cae, puedo atreverme a decir que esta es una de las mejores actuaciones de Matt Damon en años.
Ahora, la anécdota está situada en 1984, la recreación de la época está bien ambientada: los vestuarios, los peinados y por supuesto la producción. Aunque pidieron haberle sacado mayor provecho porque todo es desarrollado dentro de las puertas de los corporativos. Me refiero a qué hay pocas secuencias que nos muestren unas calles de esa década, se fueron un poco por lo fácil y concreto. Esta bien… pero pudo ser mejor.
La música es algo en lo que me falló. Siempre es una herramienta primordial para la creación de las atmósferas y las evocaciones temporales. Está bien, pero abusa del recurso musical. Trata todo el tiempo de dejar en claro en qué década nos encontramos y sobre musicaliza las transiciones. Situaciones que pudo haber rellenado de otra manera y no solo con una pieza musical.
Air: la historia detrás del logo, es una película extraordinaria porque también la anécdota que tiene por contar lo es en sí misma. Está dirigida magistralmente por Ben Affleck, actuada soberbiamente por Matt Damon y no aburre para nada, aunque seas un ignorante de la mercadotecnia deportiva o del propio deporte.
Boletómetro: 5 de 5 Boletitos