Fin de año de cine alternativo en México (2a parte)

Como revisábamos en la primera parte, la Muestra Internacional de Cine de la Cineteca Nacional lleva más de 50 años acercando al público a propuestas cinematográficas alternativas, teniendo en cada edición producciones o coproducciones mexicanas como Obispo Rojo y Ó Último Azul (que comentamos en Fin de año de cine alternativo en México (Primera parte), así como la proyección de un clásico restaurado que permite tener la posibilidad de disfrutar de alguna obra maestra en pantalla grande, en esta ocasión, la elegida es Underground del director serbio Emir Kusturica, película que este año cumple 4 décadas y fuera galardonada con la Palma de Oro en el Festival de Cannes en 1995. En esta segunda parte, comentaremos éste y el resto de los 7 títulos restantes que conforman la 78 Muestra de la Cineteca Nacional:

1. Romería (2025) de Carla Simón.

   Boletómetro: 2 de 5 boletitos

Motivada por continuar explorando los temas de identidad, Simón realiza un retrato un poco apático y acomodado del desencanto que se tiene cuando se investiga la historia familiar, y la importancia de la aceptación de sus contradicciones para la vida. Algo interesante en el discurso narrativo, es el recurso onírico con el que corta la cineasta en los momentos en el que explora las memorias escritas en un diario a través del cual Frida, la protagonista, va descubriendo más acerca de sus padres y porqué fue dada en adopción; sin embargo, aunque es un tema interesante, la duración de varias secuencias son innecesariamente extendidas, convirtiendo el mensaje en redundante y aburrido si se suma la dirección actoral con estilo de aplanamiento afectivo, haciéndola sentir lejana y poco emotiva.

2. Dos fiscales (Zwei Staatsanwälte, 2025) de Sergey Loznitsa.

   Boletómetro: 3 de 5 boletitos

Basada en la novela homónima de Georgy Demidov, esta es la historia de un fiscal recién egresado que investiga una denuncia de un preso que habla de una red de corrupción de la NKVD (Comisariado del Pueblo para Asuntos Internos) que a finales de los años treintas en la Unión Soviética, realizaba detenciones, ejecuciones y deportaciones en pos de la seguridad del estado, teniendo este fiscal, el reto de denunciarlo a sus superiores. Loznitsa visualmente es preciso históricamente y muestra una sutilidad tensional muy efectiva en ciertos momentos, conservando una formalidad literal y creativa en los diálogos que ilustran la época y el contexto cuando se desarrolla esta historia; sin embargo, peca de parsimonia en momentos irrelevantes lo que disuelve el misterio que la caracteriza. Algo muy destacable son las actuaciones, particularmente de Alexander Kuznetsov, quien aporta ternura y valentía con solo su mirada.

3. Sirât (2025) de Oliver Laxe.

   Boletómetro: 2 de 5 boletitos

Con la intención de explorar cómo vivimos la vida y percibimos la muerte, Laxe realiza una road movie donde un padre busca a su hija en el desierto en el que se realizan “raves” (fiestas de música electrónica) con la esperanza de encontrarla. Aunque es una premisa muy intrigante y con una intención aparente, es desértica en convicción pues relega mucho de su fuerza a detalles visuales y estéticos como su producción con locaciones inmensas e impactantes, un score electrónico hipnotizante y fotografía que no son suficientes para levantar un argumento que carece de convencimiento dentro de su ficción por tener elementos poco fundamentados, careciendo de una identidad memorable, quedando en una película predecible con ciertos momentos de tensión.

Frase favorita: "Aquí solo hay polvo"

4. Underground (1995) de Emir Kusturica. Boletómetro: 4 de 5 boletitos

Dividida en tres capítulos, Kusturica a modo de farsa, realiza una crítica política de la participación de Yugoslavia y la actitud de los serbios que demostraron desde la Segunda Guerra Mundial y cómo eso afectó permanentemente la historia de su país. Aún ya habiendo pasado 40 años de su estreno, esta pelicula se le sigue percibiendo su importancia y trasgresión política al retratar una situación que lamentablemente se continúa perpetuando en todo conflicto armado actual, por lo que su resonancia sigue siendo vigente; sin embargo, en momentos es demasiado histriónica y grandilocuente creyendo que con eso, el mensaje tenga mayor impacto. Destaca la fotografia y las actuaciones así como la producción que evidencia los casi tres años de filmación que les llevó hacerla.

Frase favorita: “Todos estamos locos solo que no se sabe el diagnostico” y “Mi alma sangra”

5. Dos estaciones, dos extraños (Tabi to Hibi, 2025) de Shô Miyake.

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Basada en dos manga (Una Vista al Mar y El Señor Ben y su Iglu) y ganadora del Leopardo dorado en el Festival de Locarno, Miyake realiza una excesivamente parsimoniosa película en la que explora cómo una guionista puede encontrar inspiración para continuar su profesión. Desafortunadamente, el exceso de contemplación termina por desesperar ya que aunque tiene la potencia de hacer una historia más entrañable, sus diálogos y situaciones terminan por perderse al esforzarse por ser artística en su fotografía y narrativa perdiendo la buena intención de la historia de reconexión creativa y humana que explora.

Frase favorita: Estoy en una jaula de palabras”

6. El sonido al caer (In die Sonne Schauen, 2025) de Masha Schilinski.

   Boletómetro: 2 de 5 boletitos

   
   

Con este largometraje, Schilinski se hizo acreedora al Premio del Jurado en Cannes por atraer con una historia en la que cuatro jóvenes se interrelacionan emocionalmente a través del tiempo y que habitaron en diferentes épocas, la misma granja. Esta historia lo que busca es explorar cómo la experiencia humana se puede trastocar en el tiempo y como un mismo espacio ha experimentado diversas vivencias y emociones, una idea que sin duda es interesante y entendible pero que la ejecucion y narrativa en lugar de contemplativa se convierte soporífera pero que tiene aspectos cinematográficos a reconocerse como lo son la fotografía y el diseño sonoro; no obstante, no es suficiente para sostener todo un largometraje.

7. La voz de Hind Rajab (Sawt Hind Rajab, 2025) de Kaouther Ben Hania.

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Esta película tan anticipada por obtener (hasta ahora) la ovación más duradera posterior a su proyección en el Festival de Cannes y haber sido la mayor galardonada en el Festival de Venecia incluyendo el Leon de Plata, es una docu-ficción del lamentable asesinato de Hin Rajab y su familia en Palestina registrada en llamadas de emergencia, que es sin duda, un tema relevante y preocupante para estos tiempos; sin embargo, cinematográficamente carece de elementos que aporten no solo al arte mismo (a excepción de cuando combina material original con ficción), sino tampoco a la reflexión del tema, quedándose solo en una dramatización televisiva y tendenciosa, reduciendo la percepción de un conflicto complejo a binarios (buenos vs malos) como si la solución dependiera de unos cuantos, sin ampliar la visión a la realidad, sus intereses y contradicciones de la conducta humana en guerras, confiando en los prejuiciios del espectador y haciendo una película de misterio aún cuando ya es de conocimiento el lamentable desenlace de este caso en particular, por lo que se vuelve redundante al querer dar consciencia en un tema que el público objetivo o al que quiere sensiblizar, es muy probable que ni vea este largometraje, pareciendo entonces más un oportunismo de los involucrados en esta producción para obtener galardones o prestigio en el gremio cinematográfico.

La 78 Muestra Internacional de Cine de la Cineteca Nacional continuará itinerando hasta el 11 de diciembre de 2025 iniciando en la Ciudad de México en Circuito Cineteca (Xoco, CNA y Chapultepec) y Circuito Curtural (Centro Cultural Universitario, Museo Universitario del Chopo y el Centro Cultural Jaime Torres Bodet) y posteriormente al interior de la República.