El verano más aburrido
- Araceli Tario
- 24 sept 2018
- 2 Min. de lectura

Cuando la nostalgia se aborda con poca creatividad se obtiene una recreación insípida de pelis ochenteras ahora llamada Verano del 84 (Summer of 84, 2018) dirigida por RKSS (Roadkill Superstars) como se hacen llamar el trío de cineastas: François Simard, Anouk Whissell y Yoann-Karl Whissell quienes en su segundo largometraje continuan su homenaje a una época que que ahora de manera oportunista se ha convertido en un "género" mayor conocido por el éxito de la serie de los hermanos Duffer: Stranger things (2016-presente).
En esta ocasión, esta película se enfoca en un grupo de amigos en un suburbio "acomodado" y aparentemente perfecto pero en el cual se han dado una serie de desapariciones y muertes de jóvenes, siendo Davey el joven emprendedor quien tiene sospechas de un vecino y alienta al resto de sus amigos a investigar por su cuenta y poder resolver esta sospecha.
La película tiene una narrativa lineal pero desafortunadamente una historia bastante sosa (escrita por Matt Leslie y Stephen J. Smith) ya que el mismo planteamiento que se establece, tanto en el trailer como a los cinco minutos de iniciada la película, es lo que se continuará en el resto de la hora y 40 minutos, insaboramente aderezada con tramas de jóvenes o "pubertos" en crecimiento, incomprendidos por sus padres o adultos en sucesos forzados y bastante clichés de la burguesía ochentera que dista mucho de hacer un homenaje a esta época y que más bien sólo busca recrear visualmente las películas que tanto mencionan los directores ser gustosos o fans de. Por otro lado aunque las actuaciones son promedio se ven afectadas por el pobre desarrollo de los personajes haciéndolos ver monótonos o caricaturizados y poco espontáneos. Por otro lado y aunque es agradable de escuchar, la banda sonora de los canadienses Jean-Philippe Bernier, Jean-Nicolas Leupi y Le Matos quienes realizan música electrónica para crear un ambiente característico de pelis de esa época; sin embargo, se escucha como una réplica en lugar de dar una personalidad, haciendo que su sonido carezca de una identidad musical.
Verano del 84 aunque no hace daño a nadie tampoco aporta y a pesar de tener una historia viable, se queda como un ejercicio cinematográfico con algunos momentos interesantes pero sin llegar a hacer sentir miedo, peligro o intriga que es el género con el cual se identificaría esta historia que no logra conmover por el fallido montaje y guión.
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