Nostalgia por la acción
- Araceli Tario
- 13 jul 2018
- 2 Min. de lectura

¿Se considera engaño ver una peli y en lugar de apreciarla estar pensando en otra? Bueno, eso es lo que le sucedió a su servidora cinéfila al ver Skyscraper o Rascacielos: Rescate en las alturas de Rawson Marshall Thurber quien en esta ocasión realiza un blockbuster de acción con el "actor" o más bien "estrella" de acción del momento Dwayne Johnson quien al parecer es el único disponible para realizar este tipo de películas de acción espectacular cuyo único objetivo es entretener sin complicaciones; y aunque en sí no es fallida, será olvidable, pues solo es evidente la añoranza por películas ochenteras de acción a las que sin duda hace referencia como es el caso de Die Hard o Duro de matar (1988) de John McTiernan o la setentera de John Guillermin: The towering inferno o Infierno en la torre (1974).
Teniendo como personaje principal la familia Sawyer (compuesta por la dispareja de Dwayne Johnson y Neve Campbell, padres de unos niños extrañamente nada parecidos a ellos), viven en "La Perla", el más reciente y único edificio de alta inteligencia construido en Hong Kong; sin embargo, su estancia se verá afectada a partir de una emboscada en la que de manera indirecta estarán involucrados.
Es de anticipar que esta peli no tiene nada de novedoso y lo que carece de lógica le sobra de artificial, ya que el uso excecivo de efectos especiales impide apreciarla e inclusive, emocionarse de manera más orgánica, pues se vuelve tan fantasioso lo que realiza este personaje que deja de percibirse real en su ficción y termina siendo un producto más de los blockbusters desechables en los que la producción prefiere gastar mucho dinero y ahorrarse trabajo o creatividad, relegando todo al famoso y tan gastado CGI (imagen generada por computadora) que aunque puede funcionar para el entretenimiento inmediato, es perecedero en el cine, por lo que antes de que termine este año, estos efectos se verán muy pero muy caducos.
Algo que sin duda sorprende es el diseño de audio, los efectos sonoros y la banda sonora que interesantemente lo realiza Steve Jablonsky, cuyo trabajo más conocido es el de la saga de Transformers. Y en esta ocasión, demuestra que a pesar de ser una película genérica, le da una personalidad musical que al prestarle atención, se encuentran más colores y variedad que cualquier interpretación en este largometraje.
Afortunadamente es una película ligera y tiene una duración decente para el espectador (exigente o no) pero que solo dará un momento de distracción sin compromiso que muy probablemente solo convencerá a ver las pelis que la inspiraron, en donde sí hay efectos prácticos y situaciones más excitantes que ninguna tecnología podrá superar.