Dragonkeeper: Un destino honorable

Después de casi seis años de producción, Dragonkeeper (La leyenda del dragón o Guardiana de dragones, 2024) dirigida por Salvador Simó y Jianping Li, se estrena en cines siendo uno de los estrenos de animación internacionales más esperados no solo por ser la primera en realizar una colaboracion entre España y China, sino por ser la primer adaptación de la homónima saga de libros escrita por Carole Wilkinson quien junto a Pablo I. Castillo, Ignacio Ferreras, Rosanna Cecchini y Xianping Wang, adaptan la primera entrega de esta historia fantástica publicada en 2003.

En tiempos de la dinastía Han vive Ping, una niña esclava quien durante el servicio de sus labores conoce a los dos últimos dragones sobrevivientes que se encuentran capturados, descubriendo una conexión especial con estas creaturas descubriendo que su destino, va más allá de lo que pensaba.

Este largometraje animado se distingue al ser solemne y darle un lugar más importante a la historia, la cultura china y el misticismo de los dragones haciendo una aventura menos simple o trillada de algo históricamente importante, sin dejar de lado el entretenimiento familiar; no obstante, es palpable una desincronía entre el guión y la narrativa que en parte se pudo ver afectado por las interrupciones que tuvo esta producción ocasionados por la pandemia convirtiendo este trabajo en su mayor parte de modalidad remota, ademas del cambio de dirección y el involucramiento de varios guionistas en el proyecto por mantener una cohesion en la historia y la cultura, descuidando un tanto el desarrollo de los personajes y la distinción de momentos clímax para esta historia.

Los aspectos técnicos que destacan son la animación particularmente la relacionada con los dragones y el diseño de arte relacionado a la época como la arquitectura y el diseño de vestuario que sin duda muestra la meticulosidad por representar esta época tan folclórica, mientras que en lo auditivo, resalta la excelsa banda sonora a cargo de Arturo Cardelús quien impregna con una emotividad muy distintiva combinando sonidos clásicos y antiguos propios de una China imperial.

Dragonkeeper es una película de honor y aventura familiar para público que gusta de animaciones que apuestan más por la historia que el entretenimiento, sin dejar de lado la emoción por descubrir un mundo fantástico y especial.

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