Amor abundante, Amor infinito: Señora Influencer

La salud emocional y los trastornos mentales siempre han sido temas complejos y a la vez interesantes para explorar en las diferentes artes y en el cine mexicano no ha sido la excepción teniendo películas como Él (1953) de Luis Buñuel, El esqueleto de la Sra Morales (1960) de Rogelio A. González, Días de otoño (1963) de Roberto Gavaldón o El profeta Mimi (1973) de José Estrada por mencionar algunas que, con maestría, no solo son representativas de su época, sino que han sido vanguardia por su aproximación cinematográfica al tema, que así como es atractivo, es igualmente preocupante siendo ahora Carlos Santos quien expone estas ideas en su mas reciente largometraje: Señora Influencer (2023), la cual fue estrenada en el 21 Festival Internacional de Cine de Morelia provocando opiniones y reacciones similares a las que se encuentran en redes sociales: yendo de comentarios positivos hasta negativos pero eso si, sin pasar desapercibida.

Esta es la historia de Fátima (una magistral Mónica Huarte), una mujer adulta quien ha estado la mayor parte de su vida bajo el cuidado de su padre y que al quedar sin una ocupación u oficio, encontrará en el mundo de las redes sociales un lugar que detonará en ella el desarrollo total de su personalidad y capacidades.

Considerando que desde el avance de esta película se observaba un estilo ecléctico que iba de la farsa y humor negro al terror social, la narrativa del largometraje de Sra Influencer es eso y más, al mantener de manera consistente al público no solo expectante sino también horrorizado al mostrar sin ninguna limitación las posibles consecuencias sociales ante la fragilidad de la salud emocional el cual es todavía mas susceptible cuando existe un trauma y/o desapego en periodos tempranos del desarrollo lo cual es totalmente convincente por las actuaciones y dirección que aunque parezcan histriónicas o exageradas, son en realidad una excelente estrategia para hacer más efectivo el mensaje teniendo muy claro su objetivo de no solo hacer una crítica superficial a la tecnología y sus aplicaciones sociales, sino de su capacidad potenciadora de los trastornos derivados de la carencia afectiva los cuales tristemente son relegadas o ignorados como algo prioritario en la salud humana y que en el caso de este largometraje, no solo es efectiva al saber como ocuparla para entretener sino en reflexionar en temas tan importantes para el ser humano.

Cinematográficamente destacan el maquillaje y vestuario así como fotografía de David Trejo que con colores pastel y neon impactan al dar una visión contrastante entre lo estético y lo desagradable que permite sentirse en una ficción pero a la vez en una especie de pesadilla lúcida la cual es acompañada por una creativa y cautivante banda sonora de Tomás Barreiro que completa esta experiencia cinéfila confrontativa.

Señora Influencer es una película valiente y arriesgada para público que gusta de historias que a través del thriller, se retrata la fragilidad humana en los trastornos mentales y como estos pueden ser positiva o negativamente reforzados por el contexto social.

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