Meticulosa coodependencia

Con una pulcritud, Paul Thomas Anderson dirige Phantom Thread logrando engañar al público de ser una película solo acerca de la moda o de un diseñador de modas obsesivo y controlador, conteniendo como tema subyacente una relación de pareja un tanto perversa.

Esta historia inicia con Reynolds (un imponente Daniel Day-Lewis), un diseñador de alta costura quien además de ser un artista de la moda conoce a Alma (una enigmática y al mismo tiempo macabra Vicky Krieps), una mesera con las medidas ideales para sus creaciones que pondrá a prueba sus planes como diseñador y su dinámica familiar con su hermana Cyril (elegantemente interpretada por Lesley Manville).

Algo que maravilla de esta historia es la sutilidad con la que fluctúa de género, narrativa y objetivo. El dinamismo de los personajes resaltan la complejidad de las personalidades retratadas, poniendo a prueba la paciencia y el criterio del espectador en lo moral y social lo cual se reafirma con las actuaciones tan fluidas y naturales que permiten que se pueda disfrutar de esa complejidad que las conforma inclusive si sus acciones los conviertan en personajes desagradables o poco admirables.

Aunque es una historia de "época", los atributos relacionados son realmente impecables y no son lo único relevante; al contrario, se vuelven todo un personaje más de esta historia para admirar y deleitarse visualmente, tal es el caso del diseño de arte, la fotografía (misma que Anderson realizó con los técnicos y gaffers) y el vestuario exquisito de Mark Bridges con quien Anderson nuevamente trabaja, dando el toque "avant garde" (o vanguardista) necesario para un ambiente contenido y tenso como un hilo fantasma que puede pasar desapercibido pero se mantiene implícito y conectando a todo.

El hilo fantasma es una película envolvente con una parsimonia que deleitará al espectador que le gusten las historias que contengan varias capas en su contenido como complejidad en las dinámicas que retrata de un modo implícito y sutil.

#PaulThomasAnderson